Centros de datos y calor extremo

Infraestructuras a prueba del calor extremo ¿revisamos las temperaturas de referencia?

Basta con que teclees en Google “verano 2022” para ver cómo el autocompletado te proporciona la palabra calor. Junto con los incendios, ha sido el gran protagonista de este verano a punto de finalizar. Uno de los más calurosos de los últimos años y que ha puesto a prueba a más de un centro de datos. En Londres, Google Cloud y Oracle sufrían el pasado mes de julio la interrupción en sus servicios por fallos en sus sistemas de refrigeración. Justo en la peor ola de calor que experimentaba el Reino Unido con temperaturas de 40ºC. Infraestructuras vencidas por el calor extremo.

¿Revisar las temperaturas ambiente de referencia?

La mayor parte de los centros de datos en funcionamiento son anteriores a 2019. Se construyeron con unas especificaciones de diseño para temperaturas ambientes que se han visto superadas en los últimos años. Incluso  países europeos con climas más templados que el nuestro, como pueden ser Reino Unido, Alemania o Holanda, han comprobado como la viabilidad de ciertas soluciones de refrigeración IT se han visto desbordadas por la realidad.

Europa se calienta y a más velocidad que la media global. En concreto, 0,9ºC por encima de la media, según el último informe sobre el Estado del Clima 2019.

Aumento temperaturas Europa

Fuente: Copernicus Climate Change Service / ECMWF

Cada vez ocurrirá con más frecuencia que las especificaciones de diseño para la temperatura ambiente de funcionamiento de un centro de datos se vean superadas. El clima cambia y los criterios para seleccionar las temperaturas de referencia, deberían hacerlo también para no incurrir en interrupciones de servicios o caídas como las que hemos visto este último verano. Según Global Data, “ Muchas empresas ahora enfrentan costos adicionales para enfriar los equipos en las olas de calor“.

No sabemos si volverán a repetirse las mismas temperaturas en el verano de 2023, lo que sí sabemos es que los episodios de climatología extrema serán cada vez más frecuentes como consecuencia del cambio climático. Y que las interrupciones de servicio por calor extremo tienen que contemplarse como un fenómeno más habitual de lo que nos gustaría.

Hoy más que nunca, hacen falta sistemas de refrigeración efectivos, resilientes a las temperaturas extremas – no sólo calor, hace poco más de un año sufrimos el efecto contrario con Filomena en España – y un replanteamiento de los criterios y especificaciones de diseño para temperaturas ambiente en los centros de datos.

 

 

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