La nube y su necesidad de más centros de datos
La nube necesita más centros de datos. Y más tierra. Los grandes operadores cloud están aprovisionándose de grandes terrenos para su expansión. Ocurre a ambos lados del Atlántico y es una tendencia que se consolida. En 2020 el mercado cloud registró un crecimiento del 35% interanual en el cuarto trimestre, debido fundamentalmente al acelerón de las empresas en sus procesos de digitalización. El mercado inmobiliario se agita y los centros de datos centran las miradas de los inversores. ¿Qué hay detrás de todo esto?
El crecimiento colosal de la nube
2019 y, especialmente, 2020 ha registrado un crecimiento colosal de la nube. La digitalización acelerada que estamos viviendo desde el inicio de la pandemia ha provocado que muchas empresas migraran sus procesos a la nube pública. El modelo cloud, antes algo testimonial, ahora se ha asentado en los presupuestos de TI y partidas inversión tecnológica de las empresas, empujando el crecimiento del sector. Se estima que en 2024 la nube represente más del 14% del gasto en TI. Movilidad, trabajo en remoto, agilidad, conectividad, baja latencia, etc, son las demandas de la era COVID y garantizarlas implica un gran despliegue de la infraestructura de la nube y de su manifestación física: los centros de datos.
Los tres grandes operadores internacionales de estas infraestructuras cloud, Amazon, Microsoft y Google han anunciado sus planes de expansión en nuestro país. Algunos mediante acuerdos de colaboración con proveedores locales y otros mediante la construcción de sus propios centros de datos. Es el caso de Amazon, que abrirá en 2022 sus tres primeros centros de datos en España.
Despliegue de centros de datos y nuevas regiones cloud
Desde 2018, una fuerte oleada de inversión y construcción de centros de datos recorre Europa. Concentrada tradicionalmente en el eje que se conoce como FLAP – Frankfurt, Londres, Ámsterdam y París – al que se le suma también Dublín, el gasto en nubes hiperescala se concretó en 8.700 millones de euros en 2019. Y las previsiones apuntan a 50.000 millones para 2024.
En este escenario surgen en Europa nuevas “regiones cloud” que hasta ahora no postulaban como regiones ideales para la construcción de centros de datos. Es el caso de España. Erigirse como una “región” al menos implica contar con tres centros de datos redundantes en una distancia próxima y estar conectados a redes de baja latencia . Y eso es lo que han visto los grandes actores del cloud a nivel mundial en nuestro país. AWS, Microsot y Google han anunciado nuevas zonas de disponibilidad en nuestro territorio. Pero no son las únicas. Los mercados emergentes, como Asia, América del Sur y África, ofrecen nuevas oportunidades para el apetito del cloud.
Asistiremos a campus de centros de datos cada vez más grandes porque a medida que la nube crece necesita más tierra.